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Fernando Botero, el famoso artista colombiano conocido por sus voluptuosas obras maestras, encontró una forma inusual pero efectiva de aplicar los principios del inbound marketing mucho antes de que el término existiera. Si bien no tenía un sitio web ni redes sociales, Botero sabía cómo atraer la atención de su audiencia de una manera única y creativa.
tabla de contenido
.• Botero: el inesperado usuario de inbound marketing
• Keywords desde 1948
• El compromiso es la clave
• La conversión es un arte
Botero: el inesperado usuario de inbound marketing
El inbound marketing se trata de atraer a los clientes de manera natural y no intrusiva, y Botero lo entendió perfectamente. Sus “gorditos”, esas figuras redondas y exuberantes que llenan sus pinturas y esculturas son como imanes visuales que atraen a la gente hacia su arte. ¿Quién podría resistirse a una obra que celebra la plenitud de la vida de una manera tan exagerada?
Si analizamos más a fondo, podemos ver cómo Botero aplicaba los principios del inbound marketing en sus obras. Primero, él creaba contenido de alta calidad en forma de arte único y reconocible al instante. Sus “gorditos” eran su versión de contenido de blog o redes sociales, siempre fresco y atractivo
Keywords desde 1948
Botero era un maestro en la optimización de palabras clave. Sus cuadros y esculturas aparecían en galerías y museos de todo el mundo, lo que equivaldría a una excelente estrategia de SEO en el mundo digital. La gente buscaba activamente su trabajo, lo que demuestra que estaba haciendo un gran trabajo al aparecer en los resultados de búsqueda de su época.
El compromiso es la clave
Pero ¿cómo mantenía a sus seguidores comprometidos? Aquí es donde entra en juego su toque de humor. Los “gorditos” de Botero eran tan exagerados que no podías evitar reírte o sonreír ante su audacia. Esto generaba una conexión emocional con su audiencia, un aspecto esencial del inbound marketing moderno. Las personas se sentían atraídas por su arte, no solo por su belleza, sino también por su carácter juguetón.
La conversión es un arte
Finalmente, Botero entendía la importancia de la conversión. Cuando la gente veía sus obras en exposiciones, no podía evitar comprar una reproducción o un recuerdo de esas figuras redondas. Eso equivale a convertir a un visitante en cliente, un objetivo fundamental en el inbound marketing.
Fernando Botero, el artista colombiano de las curvas exuberantes, fue un maestro inadvertido del inbound marketing. Sus “gorditos” eran como imanes para el público, y su enfoque creativo y humorístico lo hizo destacar en el mundo del arte. Así que la próxima vez que pienses en inbound marketing, recuerda al maestro Botero y su capacidad para atraer a la gente con un toque de gracia y exuberancia.